Un cuenco vacío
Tengo un cuenco de metal.
Fue fabricado por los últimos de un linaje de fabricantes de cuencos.
Está vacío, aunque el Océano esta en él.
Si lo golpeo, suena, y eso es útil.
Puedo poner flores dentro de él, y eso es bello, y útil, pero entonces no suena.
Mi nieto podría mear dentro de él, y probablemente lo haría,
Y eso sería útil, pero no sonaría.
Si me aproximo a él desde la quietud y comparto mi práctica con él,
Canta de manera muy hermosa
Y el sonido recorre el universo
Y eso es muy útil
Y el cuenco está vacío.
Tengo una mente.
Fue creada en una eternidad.
Y si contiene pensamientos, eso es útil.
Y si contiene lesiones y límites de resistencia, eso es útil.
Y a veces está llena de rosas y a veces llena de pis
Y puedo trabajar con eso, y es útil.
Pero si está vacía y puedo aproximarme al otro desde la quietud,
Hay espacio para que se cuente toda la historia, y ella recuerda
quien es verdaderamente
Y el universo recuerda lo que él es
Y eso es verdaderamente útil.
Y la mente está vacía.
Mike Boxhall
Lo que se presenta a continuación es un modelo de enseñanza ligeramente diferente a lo que estamos acostumbrados en nuestro día a día y que sin duda es plenamente compatible con otros estilos o niveles de trabajo, invitándonos a explorar no tanto lo que estamos haciendo sino el lugar en nosotros mismos desde donde emerge este «hacer».
Este trabajo ha sido desarrollado por Mike Boxhall siendo resultado de 89 años de su extraordinaria vida. Como el mismo solía decir, los primeros 40 años se dedicó a crear el caos en sus diferentes formas y a continuación hizo un compost de todo ello del cual finalmente ha salido una flor muy bella — La Enseñanza, una fusión de una experiencia de vida encarnada, profundos conocimientos de la naturaleza humana, filosofía taoísta, exploración de los últimos avances de la ciencia moderna , psicología junguiana, tradición mística del linaje osteopatico, extensa practica clínica y medio siglo dedicado a trabajo con los grupos de exploración que incluían a osteópatas, médicos, abogados, bailarines, terapeutas de distintas ramas, psicólogos, profesores y todas aquellas personas que se sentían atraídas por un trabajo que no se enfocaba tanto en convertirlos en profesionales perfectos, sino más bien en personas más completas. Esta flor – Presencia en la Quietud – ha sido generosamente compartida con su entorno, sus amigos y alumnos en diferentes países y lugares, tomando forma de un viaje común hacia un nivel donde no existe la patología. La aproximación a este nivel nos invita expandir nuestras habilidades para escuchar a través del contacto corporal y con una apertura cada vez mayor la historia contenida en la fusión del cuerpo, mente y espíritu. Un nivel donde se encuentra el tesoro llamado Paz que no puede ser expresada con las palabras.
A menudo la gente que nunca le ha conocido a Mike dice que le siente muy cerca. Así es. Somos eternos mientras alguien nos ama, mientas alguien nos lleva en su corazón. Finalmente todo es cuestión de amor. Seguimos caminando todos juntos, aunque Mike se fue un poco más allá de lo que pueden ver nuestros ojos.