(Este artículo ha sido leído por Mike en un curso residencial de 7 días que tuvo lugar en Valencia, en el año 2008)
La encarnación del espíritu. El cuerpo y el espíritu. En muchas culturas estas dos palabras están separadas – el cuerpo es una cosa y el espíritu es la otra.
Parece que el espíritu está muy lejos y el cuerpo está aquí. Y para encontrar uno necesitas dejar al otro.
Me di cuenta de que esta separación es la primera maldición de la Humanidad.
Me di cuenta de ello en el proceso de la práctica compartida con mis clientes. Gradualmente me iba abriendo al hecho de que no estoy enseñando nada a nivel avanzado, sino que enseño a ser más conscientes del espíritu a través de su revelación en el cuerpo. He preparado un artículo. Es la primera vez que intento a dar forma a estos pensamientos y es la primera vez que lo comparto con el público:
La espiritualidad, al igual que el Tao – es un tema difícil de abordar. En ambos casos cualquier cosa que se puede decir sobre ellos no merece la pena ser dicha. Serian palabras sobre algo, no la experiencia en sí misma. Se trataría del concepto acerca de la Verdad, pero no la experiencia de la Verdad. La Quietud, La Silla Vacía, La Enseñanza – no el maestro, La Inteligencia, La Iluminación etc.… – son grandes conceptos. Y por más que yo hable, lea o escriba sobre ello siguen siendo conceptos hasta que los experimentemos. Las implicaciones de esto es el propósito de mi trabajo – como vivimos la experiencia en vez de tener un concepto. No tendremos la experiencia por pensar más en ello, por hacer ejercicios, repeticiones de mantras etc.. Estas cosas pueden ayudar a desarrollar cierta disciplina y a tener las cosas mas claras, pero no son la experiencia de la Verdad. Sin embargo la verdad está allí, siempre ha estado y siempre estará. ¿Cómo podría no ser así? Tal vez el Espíritu, el Tao, la Inteligencia, Dios – son en sí mismos el núcleo de nuestra identidad, el núcleo de nuestro ser. Tal vez no se trata de salir a buscarlos por allí fuera, sino rendir lo que nos impide entrar en contacto con ello, la separación de la fuente que conocemos como el intelecto personal o ego – este constructo fieramente defendido como “yo “ y que nos mantiene separados de la esencia.
Ya es la hora de que avancemos con respecto a Descartes, no para rechazar su enorme contribución al pensamiento occidental, sino para integrar más profundamente lo que es la Inteligencia común en vez de seguir ubicados en el intelecto separado.
Tal vez esté operando un especie de espiral: al principio de todo una Inteligencias estaba allí, pero era una inteligencia ciega; después vino el intelecto limitado; ahora puede ya haber una inteligencia viva, despierta.
En el mundo animal o natural hay una inteligencia que está operando. Los animales, las hormigas, los bebes – son La Inteligencia. Después gradualmente se desarrolla el intelecto individual desde cual podemos observar a la Inteligencia, reconocer que existe. Hay este “ yo “ observando a la Inteligencia.
Me parece que el siguiente paso es la fusión, la combinación de ambos – sin perder el intelecto individual podemos recuperar lo que estaba allí antes de este “yo“. La evolución continúa siendo un proceso dinámico con la mente plenamente consciente de ello – una evolución consciente.
Algunos pensadores budistas hablan de que la siguiente “venida “ no tendrá que ver con una persona concreta, sino con una elevación global del nivel de la conciencia. No será un nuevo profeta, sino una gran comunidad humana elevando su nivel de conciencia. No sería esto maravilloso?
Esto resuena con la idea de la tradición cristiana que habla de la próxima venida de Cristo.
En todo caso, tanto si hablamos de la elevación general de la conciencia como de la segunda venida del Cristo – realmente ya no habrá más necesidad de la continuidad de las manifestaciones en la forma.
Otro paralelismo entre budismo y cristiandad es la encarnación. Jesús era y es la encarnación de Dios en la forma humana a través del Aliento de Espíritu. El Buda dijo que la forma más alta de la iluminación está contenida en el cuerpo.
Ambas tradiciones hablan de la encarnación en el cuerpo. Y sin embargo, las estructuras dogmáticas que se han establecido entorno a las enseñanzas de estos dos grandes maestros, parece que continúan repitiendo conceptos, estableciendo reglas y diciéndonos como deben de ser las cosas, en vez de escuchar la revelación de estas verdades eternas a través del cuerpo.
El cuerpo siempre está allí. No tenemos que racionalizar sobre la forma que asume la Inteligencia. Si lo hacemos – el resultado será la creación de los limites entorno a ella. La otra manera de relacionarse con la Inteligencia seria simplemente observar, simplemente ver , experimentar la expresión de la sinergia de todas las formas respondiendo a la Inteligencia sin ningún tipo de limitación o análisis intelectual…
Veo que es muy denso. Y no me he dado cuenta de ello hasta que he empezado a leerlo en voz alta. No importa. Tendré tiempo para aflojarlo en los próximos años.
…Pero lo que estoy diciendo básicamente es que si consideramos al cuerpo, y no solo cuerpo sino a todas las formas existentes como una expresión, manifestación del Espíritu en lugar de buscar con el intelecto la fuente de esta Inteligencia – tendremos la oportunidad de experimentar que en todo momento tenemos a nuestro lado Sus Formas expresándose, manifestándose en cómo somos nosotros mismos. La vida espiritual no tiene por qué ser algo separado del cuerpo.
Se revela a si misma si escuchamos con mayor plenitud al cuerpo.
En este trabajo que estamos explorando no hay nada que debe ser captado, controlado, monopolizado. No hay nada que conseguir allí fuera.
La Verdad ya está aquí y la podemos experimentar si rendimos lo que nos separa de ella.
Gracias.